Astroingeniería: “La auto-sustentabilidad de un país está en ser capaz de desarrollar su propia tecnología”

Unda

Este año comienza a construirse en la segunda región una nueva gran iniciativa: un espacio para potenciar la astroingeniería, llamativa disciplina que combina dos áreas profesionales muy interesantes, sobre todo para el norte del país. Pero, ¿a qué nos referimos con astroingeniería?

Podemos decir que la astroingeniería consiste en mezclar técnicas avanzadas de la ingeniería con problemas de vanguardia en astronomía, para generar entonces una disciplina mixta en que se solucionan problemas que se presentan en el ámbito astronómico, relacionados con desarrollo tecnológico y que idealmente tienen un alto potencial de transferencia tecnológica hacia otros sectores que pueden ser de mayor interés productivo para un país.

Más de este concepto y algunas dudas relacionadas, se aclararán en la siguiente entrevista tiene como protagonista a Eduardo Unda-Sanzana, Director de la Unidad de Astronomía de la U. de Antofagasta y líder del proyecto FIC-R, «Educación de alto nivel y provisión de servicios para la industria astronómica; una iniciativa en astroingeniería en la Región de Antofagasta». Unda-Sanzana además nos explicará algunos detalles sobre esta nueva disciplina que muy pronto se abrirá a la Región.

¿Nos puede contar qué tan nueva es la astroingeniería?

El concepto es reciente, la actividad no tanto. Cada vez que uno crea un observatorio, necesariamente hay una parte del proceso que hoy catalogaríamos como astroingeniería. Ésta tiene que ver con el diseño de componentes mecánicos, electrónicos, informáticos u ópticos. También tiene que ver con la integración de estos componentes, de modo que funcionen de manera automatizada y sean capaces de controlar fallos.

Astronomía e ingeniería: ¿Qué tan estrecha es la relación de estas dos áreas?

En varios proyectos astronómicos y espaciales suelen converger múltiples disciplinas de la ingeniería. Esta conexión viene por los requerimientos que estos proyectos hacen a cada una de las disciplinas. Por ejemplo, si yo estoy haciendo una cámara para captar algún tipo de radiación del cielo, esa cámara va a tener en su corazón un sensor que es de naturaleza electrónica y que va tener asociado todo un sistema de circuitos electrónicos que hace funcionar el sensor; estos circuitos necesitarán posicionarse en un telescopio usando controles mecánicos; además necesitarán un control informático para manejarlos. Hasta ahí ya tienes involucradas unas tres ramas de la ingeniería.

Con la astroingeniería, se buscará potenciar a Chile como polo de desarrollo tecnológico en materias astronómicas. Para esto se construirá el primer centro de astroingeniería fuera de la capital y se capacitará a profesionales en torno a esta área. ¿Qué significaría esto para el desarrollo de la Región y el país?

 Yo creo que en términos de país, la aparición de esta iniciativa junto a otras que la preceden (en PUC, en U. de Chile) y otras que aparecen de manera simultánea (e.g. en U. de Concepción), tratan de cambiar el perfil de Chile y mostrar que es un país que puede fabricar por sí solo. Actualmente ése no es el perfil internacional de Chile. Nuestro país consume mucha tecnología pero no la hace, y esto se hace evidente en términos del mercado de materias primas y herramientas. Considero que parte de la auto-sustentabilidad de un país está en ser capaz de desarrollar su propia tecnología y al menos tener la capacidad de masificarla, independiente de si finalmente lo hace o no.

En términos regionales, definitivamente es una iniciativa que contribuye al proceso de descentralización del país, de manera que no estamos esperando a que lo más avanzado se concentre en Santiago, sino por el contrario; nosotros estamos tratando de generar un nuevo polo acá en el sector norte del país, que haga que las miradas de quienes se involucran en proyectos astronómicos a nivel mundial, se vuelvan no sólo hacia Chile como conjunto, sino también en particular hacia algunos puntos entre los cuales esté incluido Antofagasta.

¿Crees que esto contribuirá a crear una identidad local en torno a la astronomía?

Definitivamente. Yo creo que esto de poder instalar estas capacidades, realmente nos permite fortalecer la posibilidad de que Chile se plantee un país que no sólo sea donde se hacen los proyectos sino con quien se hacen los proyectos. En el momento en que esto ocurra necesariamente habrá un impacto también de cómo la gente percibe la astronomía, especialmente en la Segunda Región, donde hay una percepción muy fuerte de que los proyectos vienen a ocupar el espacio, pero no se involucran con la ciudad.

Además de FIC-R, que aporta $130 millones, la realización del centro de astroingeniería contará con el aporte CONICYT-QUIMAL y aportes privados. ¿Podría detallarnos en qué consisten?

Son básicamente cuatro fuentes que confluyen en esto, por un total de cerca de $400 millones: Uno es el fondo CONICYT-QUIMAL, que aportará en el desarrollo de actividades de astroingeniería, lo nos permitirá equiparnos para producir componentes para el espectrógrafo APOGEE-S. Este espectrógrafo representa un proyecto concreto en que nosotros vamos a estar involucrados desde el día 1. Chile nunca ha estado participando en la construcción de un instrumento de este nivel, por lo que será un caso pionero.

En segundo lugar está el FIC-R, del CORE Región de Antofagasta, que se enfoca en la formación de capital humano avanzado. La meta de ese fondo es que nosotros podamos desarrollar programas de formación en astronomía, con una componente en astroingeniería. En esto es particularmente importante el programa de postgrado, lo que conlleva un fortalecimiento de nuestro equipo humano y el desarrollo de actividades que permitan identificar oportunidades para este tema en la Región de Antofagasta.

Hay aportes que son valorizados, pero no por ello menos relevantes, que incluyen alianzas estratégicas con universidades estadounidenses, en cuyo contexto ellos abrirán las puertas a algunas de nuestras personas para capacitarlas en su país. Académicos de estas universidades también vendrán a nuestra región para ver en terreno lo que se está haciendo, e interactuar con nuestros ingenieros y personal académico.

Finalmente hay una inversión propia de la Universidad de Antofagasta, que consiste en habilitar un espacio para instalar un galpón de astroingeniería, en donde se va a desarrollar toda esta actividad. Ese galpón tendrá unos parámetros de funcionamiento que no son usuales pero que hacen la diferencia entre actividades de ingeniería aplicada a otras áreas, y esta actividad en que se requieren precisiones mucho mayores

Se ha dicho que la astroingeniería en nuestra región tiene asociada una escala de desarrollo planteada para una década. ¿Qué visión tiene para 10 años más? 

Tener una planta académica destacada a nivel nacional, tanto en número como en la calidad de las personas que la compongan. Tener el programa de formación de capital humano más importante de toda la zona norte y uno de los más importantes a nivel nacional.

A su vez profundizar nuestra participación en proyectos de desarrollo tecnológico, involucrándonos no solamente en este proyecto, sino jugando un rol central en los proyectos que se van a instalar dentro de la siguiente década, tanto los proyectos de gran escala como E-ELT, así como en los proyectos que van a estar llegando al Parque Astronómico Atacama.

Todo esto por supuesto sin dejar de lado algo que está en la base de nuestra filosofía de trabajo: el contacto con la comunidad. Es decir, que no estemos enclaustrados haciendo cosas muy interesantes que nadie sepa que estamos haciendo, sino tener instancias donde todo esto se pueda comunicar de manera efectiva, inspiradora y que haga que haya una renovación natural del recurso humano, encarnando siempre un espíritu de innovación y de enfrentar nuevos desafíos.

¿Qué sienten como equipo al enfrentarse a un proyecto tan ambicioso?

Creo que todos los que estamos trabajando en esto sentimos un gran orgullo por tener la oportunidad de hacer algo que percibimos como histórico, pero sabemos que al mismo tiempo hay una gran responsabilidad que descansa sobre nuestras espaldas. Estamos poniendo lo mejor de nosotros para que el resultado sea algo de lo cual el país a su vez se sienta orgulloso, una vez que empecemos a mostrar los resultados.