Astrónomos de la UA participaron en estudio de Makemake

Gracias a un trabajo colaborativo entre investigadores de diversos puntos del planeta se pudo determinar, mediante la observación de una ocultación, es decir, del paso de Makemake por delante de una estrella muy débil, que este planeta enano carece de atmósfera.

Este trabajo fue liderado por José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) quien encabezó una red de colaboración en donde Eduardo Unda-Sanzana y Juan Pablo Colque de la Unidad de Astronomía de la Universidad de Antofagasta tuvieron una destacada participación.

Para este descubrimiento se realizaron múltiples observaciones utilizando un total de 16 telescopios entre los que destacan los del observatorios Paranal y La Silla, de ESO, en Chile — el VLT (Very Large Telescope), el NTT (New Technology Telescope), y el TRAPPIST (TRAnsiting Planets and PlanetesImals Small Telescope) — junto con datos de otros telescopios más pequeños ubicados en el sur del continente americano, observando el paso de Makemake por delante de una estrella distante.

El planeta enano Makemake, que fue descubierto el año 2005, gira en torno al Sol en lo que se conoce como el cinturón de Kuiper, una región de objetos helados situadas más allá de la órbita de Neptuno. «Dado que apenas conocíamos nada de Makemake, y no esperamos que haya una misión espacial a este planeta enano en muchas décadas, nos volcamos en buscar y observar potenciales ocultaciones por este cuerpo», comenta José Luis Ortiz (IAA-CSIC).

«Pero predecir y observar una ocultación por un objeto transneptuniano es una tarea inmensa, por lo extraordinariamente pequeños que son sus diámetros angulares y porque sus órbitas no se conocen bien, ni tenemos posiciones de las estrellas catalogadas con la suficiente exactitud. En algunos sentidos, es como atinar a una mosca a unos cincuenta kilómetros de distancia con un láser poco más ancho que la mosca», destaca el investigador.

A su vez el astrónomo y director de la Unidad de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, Eduardo Unda Sanzana, señaló que “creo que es un ejemplo que ilustra muy bien la necesidad de las redes de investigación. Éste es un tipo de ciencia que sencillamente no es posible si quieres hacer las cosas sólo y tu única alternativa para conocer estos planetas sería esperar a que una agencia científica con mucho dinero enviara una nave al espacio a explorarlos. Nosotros optamos por la vía de colaborar con otros astrónomos profesionales, con aficionados de buen nivel, con observatorios grandes y pequeños, y hacerlo sin preocuparnos de fronteras geográficas que, desde el punto de vista de las estrellas, simplemente no existen. En particular nos sentimos muy orgullosos de haber forjado un lazo de colaboración con los colegas de España que lideraron este trabajo y con quienes proyectamos una relación rica en logros de similar envergadura».

Para vencer estas dificultades, los investigadores del Instituto de Astrofísica aplicaron una metodología que implica el uso de telescopios con gran potencia y campo de visión varias semanas antes de que se produzcan algunas potenciales ocultaciones preseleccionadas meses antes. Aunque complicado y trabajoso, este método permitió predecir que la ocultación de Makemake se vería desde Chile con dos semanas de antelación, periodo durante el que se estableció una red de dieciséis telescopios.

UN PLANETA ENANO SIN ATMÓSFERA

La ocultación reveló que, a diferencia de Plutón, Makemake carece de atmósfera. «No obstante -señala José Luis Ortiz-, cabe la posibilidad de que albergue zonas donde se forme una atmósfera local, es decir, que podría tener una especie de atmósfera en una zona del planeta”. El albedo de Makemake (77%) es superior al de Plutón (52%) pero inferior al de Eris (96%), y se cree que el alto brillo de este último se debe a que su atmósfera se condensó en la superficie cubriéndola de hielo. El albedo de Makemake sería coherente con la existencia de una atmósfera parcial que hubiera colapsado sobre la superficie y producido los dos tipos de terreno -unos más brillantes y otros más oscuros- que los datos térmicos indican.

«Todo esto es consistente con la idea de que la atmósfera de Plutón se produce por mecanismos de sublimación de los hielos de la superficie y hace pensar que Makemake podría desarrollar una atmósfera similar a la de Plutón cuando se acerque a su perihelio -es decir, cuando al seguir su órbita muy elíptica llegue al punto de máxima aproximación al sol-«, concluye José Luis Ortiz.

Además de los datos sobre la atmósfera, los investigadores han determinado con precisión otros parámetros de Makemake: la forma que mejor se ajusta a las observaciones es una elipse con unos ejes de 1430 y 1502 kilómetros de longitud, y su densidad se hallaría en torno a 1,7 gramos por centímetro cúbico. Asimismo, la ocultación ha descartado la existencia a su alrededor de satélites de más de 200 kilómetros.

Crédito de la imagen: ESO/L. Calçada
 
Crédito de la imagen al tope: ESO/L. Calçada/Nick Risinger